¿Qué es una lente de contacto?
Una lente de contacto es una lente fina y curvada que se coloca sobre la película lagrimal que cubre la superficie del ojo. La lente en sí es transparente, pero a veces se le aplica un ligero tinte de color para facilitar su manejo. Actualmente, las lentes de contacto pueden ser duras o blandas.
Las lentes de contacto corrigen la visión como lo hacen las gafas y no presentan riesgos cuando se usan con cuidado. Podemos corregir:
- Miopía: mala visión de lejos.
- Hipermetropía: mala visión de cerca.
- Astigmatismo: visión borrosa debido a la forma de la córnea.
- Presbicia: incapacidad para ver objetos de cerca.
VENTAJAS DEL USO DE LENTES DE CONTACTO
Las lentes de contacto proporcionan una imagen retiniana más estable que las gafas porque reducen la distorsión prismática, disminuyen la diferencia de tamaño de la imagen entre ambos ojos provocada por la magnificación (efecto que producen los cristales para la corrección de hipermetroía) o minificación (efecto que producen los cristales para la corrección de miopía) del cristal corrector y se incrementa el campo periférico de visión.
El uso de lentes de contacto nos puede proporcionar muchas ventajas sobre el uso de gafas:
- mayor campo visual
- reducen la distorsión prismática y mejoran la imagen retiniana
- se mejora el procesamiento de la periferia tan necesario en los niños
- se pueden usar para hacer deporte
- y además aporta ventajas importantes para la rehabilitación visual de niños con afaquia (por catarata congénita), anisometropía (diferencia de graduación entre un ojo y otro que produce el “ojo vago”), miopía elevada, hipermetropía elevada con endotropia acomodativa (estrabismo convergente acomodativo), astigmatismos irregulares, queratoconos, etc..
¿Pueden los niños usar lentes de contacto?
Sí, gracias a los nuevos materiales y diseños de las lentes de contacto los niños pueden beneficiarse de su uso. Estas adaptaciones de lentes de contacto tienen que ser realizadas por un optometrista especializado en visión infantil.